lunes, octubre 02, 2006

Gracias, otra vez

1998 cambio para siempre el rostro de la afición escarlata. De la angustia por el drama del descenso, Toluca comenzó a escalar la cima de los elegidos, la lucha por estar entre los grandes, por escribir con oro, goles y grandes temporadas, el nombre del Deportivo en el altar mayor del futbol mexicano, hasta entonces dedicado sólo a tres equipos; Chivas, América y Cruz Azul.

A la distancia, la memoria se nos queda corta. Apenas recordamos a los sombríos ídolos de 1995, 96, 97. Silva de Melo y sus problemas de disciplina, Carlos Pavón y su poco capacidad para hacer grupo. Ambos, con sus goles, hicieron brillar algunas sonrisas en las tribunas del Toluca 70-86.

Apenas recordamos también al ídolo mayor de entonces, todopoderoso bajo el arco escarlata, el “único”, el que salvaba un poco la vergüenza; Héctor Islas, arquero titular de la Argentina en 1986, gladiador diablo en la lucha por no descender de división.

Fue muy duro ver partir al argentino por la puerta de atrás. “Tuvimos que tomar una decisión muy difícil; elegir entre un gran jugador, gran ídolo de la afición y buen amigo; y una gran persona, como lo es el Señor Enrique Meza, lo hicimos sin dudar, y creo que al final no nos equivocamos” (más o menos las palabras de Rafael Lebrija el 10 de mayo de 1998, día de la coronación roja, la primera en 23 años).

Creo que al final, al final final, encontrará pocas equivocaciones, Sr. Lebrija, pese a todo. Hace más de una década le fue encomendado el destino del Deportivo Toluca, en ese lapso ha tenido que tomar decisiones difíciles y ha salido avante, otra vez, pese a todo.

Ha llovido ya -y de qué manera- en Toluca, desde entonces. Hoy, con esos kilos demás y esa edad que ya se le comienza a notar, puede hablar de resultados; de colocar a Toluca entre los grandes. Seis finales, cinco campeonatos de liga, dos campeonatos de campeones, y lo que falta.

Después de Meza (tres títulos), Cardozo (249 goles, cuatro títulos de goleo), La Volpe (el título del 2002), Tuca (6-0 al América), Estay, Carmona… Algunos pensamos que no quedaba futuro, usted nos enseñó que sí, que siempre hay futuro, siempre hay más glorias que conquistar. No sé si sea sabiduría o buena estrella, tesón o necedad, orgullo o pedantería, lo que ha acompañado sus decisiones, pero siempre ha funcionado; siga así, por favor.

Hoy celebramos un título más. Un título que para muchos no significa nada, no otorga nada, no compra nada. Para nosotros sí. Toluca es Campeón de Campeones 2005-2006 porque ha sido mejor. Por eso, y por lo que viene, Señor Lebrija, Gracias, otra vez.