Sólo ganar nos salva

En muy contadas ocasiones la vida nos brinda una segunda oportunidad. Hace una semana, las cosas estaban más que pintadas para que Toluca escalara al liderato general de la liga mexicana. El enfrentamiento Cruz Azul vs. Chivas en territorio azul se antojaba por demás interesante, el invicto del rebaño peligraba, y el empate estaba también en los pronósticos de muchos. Los Diablos, por su parte, regresaban a casa luego de dos victorias como visitantes y el rival se antojaba a modo. El Pachuca venía de ser vapuleado por el Cruz Azul.

Toluca entró el sábado al pasto sagrado de la bombonera pensándose ya superlider. Cuando eso pasa en el infierno, el resultado normalmente es adverso. La sospecha del gol estuvo presente durante todo el primer tiempo; parecía que era cuestión de tiempo. Cuando el gol de “el Pollo” silenció a la tribuna el Toluca sintió venir el mundo a sus espaldas. Desesperación roja y colmillo tuzo es el resumen de ese 2-0. Adiós superliderato.

El próximo sábado el destino pone nuevamente en manos del Toluca la oportunidad de alcanzar la cumbre de la liga. Esta vez la victoria no aseguraría nada, ya que si el Santos vence al Puebla, solo un triunfo de Chivas le impediría alcanzar el liderato. Pero el punto es que la victoria de Toluca, en segunda oportunidad, es una obligación ¿por qué?

El primer objetivo de los Diablos esta temporada es mejorar lo hecho la temporada anterior. A estas alturas, en el Apertura 2007, Toluca había ligado tres victorias y recomponía un inicio incierto. En este Clausura el inicio fue más prometedor, sin embargo, en comparación directa con el torneo anterior el cuadro escarlata está 2 puntos debajo de los 16 que ya había cosechado para las fiestas patrias, y ahora cuenta con tres goles menos anotados y tres más en la cabaña del legendario Cristante. Con ese panorama, la victoria ante Chivas es una obligación, ya que, para mejorar lo hecho en el Apertura, la cosecha de victorias ante el superlider y luego ante el campeón son necesarias.